El Sol Digital
Maite Díaz Torres
La Costa del Sol acoge una gran parte del turismo de lujo que acude a nuestro país. Más de medio millón de turistas eligieron este destino durante el pasado año motivados por los hoteles de gran lujo, la oferta de compras que tiene Puerto Banús y Marbella y los restaurantes de una o dos estrellas Michelin, según datos del Patronato de Turismo. El turista de lujo, que puede llegar a tener un presupuesto de viaje de 50.000 euros con un gasto diario que supera los 600 euros, tendrá muchas más opciones en Málaga capital a partir del año 2016 gracias a la inauguración del nuevo Gran Hotel Miramar.
Este hotel, que tendrá capacidad para un máximo de 500 clientes y que podrá llegar a necesitar hasta 200 empleados con el aforo completo, contará con 200 habitaciones, 26 suites imperiales y dos reales, quince salas de reuniones con capacidad para hasta 600 personas, un spa, 9.000 metros cuadrados de jardines exteriores y piscinas exteriores con agua semiclimatizada.
El principal reto para el Gran Hotel Miramar es que “tendrá que llegar a un público que a día de hoy no está en la ciudad”, explica Israel Martínez, gerente del hotel. A esto se une que los preparativos para la apertura llegan en un momento en el que los precios de los hoteles de lujo se han desplomado. Durante el primer semestre de 2015 las tarifas medias pagadas por los turistas de la eurozona en hoteles de cinco y cuatro estrellas cayeron considerablemente en comparación con el mismo periodo del año anterior, según el último Hotel Price Index de la web Hoteles.com. Con todo, el gerente prevé que “durante el primer año se conseguirá de un 60 a un 70 por ciento de ocupación en este hotel, que acogerá principalmente turistas internacionales”.
Málaga capital está cada vez más concienciada con la importancia de mimar a los visitantes más exclusivos. Según fuentes del Ayuntamiento, a principios de 2016 se abrirá el campo de promoción de este sector turístico hacia EEUU y se tendrá una promotora en los Emiratos Árabes. Sin embargo, la capital aún necesita contar con una mayor oferta complementaria dirigida a este tipo de clientes, ya que hasta ahora “la capital ha basado su oferta turística en el sector cultural, de congresos y en los cruceros, poniendo en los últimos años más interés en el turismo gastronómico, de compras y naturaleza”, según fuentes del Ayuntamiento, pero hasta ahora no han prestado especial atención al turismo de lujo.
La apertura del Gran Hotel Miramar supondrá un gran cambio para este sector, ya que “pondrá en el mapa a Málaga capital en el turismo de lujo”, asegura René Kachler, directora de Desarrollo de Negocio MICE&Elite en Turismo Costa del Sol. Aunque en la actualidad, Málaga capital ya cuenta con un hotel de cinco estrellas, como es el Vincci Posada del Patio, el Gran Hotel Miramar “ofrecerá un servicio más a la altura de un Ritz, lo que atraerá a muchos turistas de alto nivel”, opina Kachler.
Gastronomía de lujo
La gastronomía es un pilar fundamental para contar con una oferta complementaria adecuada a esta clase de turismo. Aunque Málaga capital ofrece “servicios gastronómicos de la talla del Restaurante Amador y profesionales de calidad como Fernando Rueda”, explica la directora de Desarrollo de Negocio MICE&Elite en Turismo Costa del Sol, solo tenemos un restaurante con Estrella Michelin. En este sentido el Gran Hotel Miramar marcará la diferencia, ya que contará con “cinco restaurantes y tres bares dirigidos a ofrecer un servicio exclusivo para este tipo de clientes” asegura Israel Martínez, gerente del Gran Hotel Miramar.
La apertura de este hotel supondrá un gran beneficio para algunas empresas situadas en la capital. Es el caso de Spain Food Sherpas, empresa que ofrece servicios personalizados que se relacionan con la gastronomía local para los clientes más exigentes que quieren conocer Málaga y su entorno desde una perspectiva muy particular. Esta empresa fundada en 2013 desarrolla servicios de “lujo por exclusividad y diferenciación”, asegura Pedro Sánchez, uno de sus socios fundadores.
Desde Spain Food Sherpas diseñan experiencias gastronómico-culturales privadas a medida de las necesidades y gustos de los clientes. Una de estas visitas privadas, comenta Sánchez, consta de “un recorrido por una finca de mangos y albaricoques con posterior degustación culinaria”. En este tipo de eventos los clientes pueden “conocer a los propietarios y recoger por ellos mismos las frutas con las que después se elaborarán los platos”. La mayoría de sus clientes provienen de países como EEUU, Noruega y Alemania y muchos reservan sus servicios desde la página web, sin embargo, Sánchez asegura que la apertura del Gran Hotel Miramar será beneficiosa para su empresa, ya que supondrá la llegada de un gran número de clientes que son “proclives a contratar los servicios que se ofrecen en la empresa”.
Shopping y ocio
La oferta de shopping en Málaga cuenta, según asegura Kachler, con grandes posibilidades para el turismo de lujo. Modistos como Montesco Alta Costura o Ángel Palacios ofrecen una oferta personalizada para los clientes más exclusivos. Sin embargo, para encontrar ofertas de marcas de élite como Loewe o Louis Vuitton, los turistas aún tienen que acudir a los centros comerciales. Kachler opina que Málaga “debería atraer a las grandes marcas” como hace Marbella, porque esta falta de oferta “influye en el hecho de que los cruceros que llegan hoy en día a nuestra ciudad hagan una excursión rápida y vuelvan a partir”.
En cuanto a la oferta de ocio para el turismo de lujo, nuestra ciudad cuenta con numerosas empresas de catering, náuticas y de ocio dispuestas a organizar eventos personalizados. El problema, según defiende Kachler, es que no existe una demanda de estos servicios, ya que “tradicionalmente la oferta de lujo se ha ido a Marbella porque la concentración de hoteles de cinco estrellas está allí”.
Un cambio de perspectiva
Con la llegada del Gran Hotel Miramar, la capital se convertirá en un destino “más completo que Marbella para el turismo de lujo ya que Málaga no se considera únicamente como turismo vacacional”, asegura Israel Martínez, gerente del Gran Hotel Miramar. Málaga es un lugar perfecto para situar este tipo de hotel, asegura Martínez, ya que se trata de “una ciudad muy abierta al mundo”. Además, gracias a la ampliación de la oferta cultural que se ha llevado a cabo durante los últimos años y a todas las posibilidades de ocio que ofrece este destino, se espera “que el hotel acoja clientes durante todo el año”, sostiene el gerente.
Desde el ayuntamiento se está trabajando para promocionar Málaga capital como un destino de calidad para el turismo de lujo y se pretende colaborar con los vecinos y comerciantes de la Malagueta para ofrecer una oferta adaptada al turismo de élite en los alrededores del Gran Hotel Miramar. Además, según datos del Ayuntamiento, el “turismo de lujo será un punto principal a tener en cuenta” en el Plan Estratégico de Turismo que se presentará a finales de diciembre.
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