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“La industria farmacéutica está volcada en el Sureste asiático”

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El Sol Digital

Juan José García, propietario de FarmaQuímica Sur

Maite Díaz Torres

Hoy existen seis empresas re-envasadoras de materias primas para principios activo-farmacéuticos en nuestro país: tres en Cataluña, una en Valencia, una en Madrid y la última está situada en el Polígono de Guadalhorce bajo la denominación de FarmaQuímica Sur. En esta empresa se venden los materiales necesarios para crear muchos de los compuestos de farmacia, parafarmacia, veterinaria, agricultura, cosmética y dietética que utilizamos hoy en día. Juan José García, viajero empedernido y amante del baloncesto, es el responsable de la compañía.

Comenzó a trabajar en 1991 como director técnico en los antiguos laboratorios Santos Giménez, situados en la misma nave que acoge en la actualidad a la empresa FarmaQuímica Sur. Estos laboratorios se dedicaban a la venta de materias primas al sector farmacéutico en territorio autonómico.
Después de seis años, el propietario de Santos Giménez decidió vender la empresa y así fue como J. J. García creó en 1998 FarmaQuímica Sur sobre los cimientos del antiguo laboratorio. Hoy, con alrededor de 1.200.000 euros de facturación anual, esta empresa malagueña tiene influencia a nivel nacional e internacional. Importa materiales desde Europa y Asia, además de exportar a más de 12 países, principalmente Perú, Portugal y Panamá.

-¿Cómo comenzó FarmaQuímica Sur?

Lo primero fue comprar la empresa, que no fue fácil porque todos los bancos me cerraban las puertas. Por fortuna, cuando pensaba que estaba todo perdido me dijeron que existía una asociación nueva llamada AJE, estamos hablando del año 1998, claro. Esta asociación acababa de firmar con Caja Rural de Málaga un acuerdo para ayudar a las nuevas empresas, me entrevisté con el director y fue una bocanada de aire cuando me dijo que firmábamos. De ahí en adelante empezamos a funcionar como FarmaQuímica Sur.

-Y ahí es cuando empieza lo verdaderamente difícil…

Si te digo la verdad, si tú ahora me preguntas cómo lo he hecho… te respondo que no tengo ni idea. Es como si se escala una montaña, es mejor no mirar hacia abajo por si te da vértigo, hay que seguir siempre escalando. Mi estrategia financiera fundamental era que no podía gastar más de lo que se generaba. Eso es básico. Recuerdo a mis padres destinando cada parte de su sueldo a cada gasto y esa economía de andar por casa es la que he intentado aplicar siempre a la empresa. Lo que tengo es lo que gasto y lo demás tiene que ser pura imaginación e inventiva. Además, mi ambición de conquistador ha hecho que no nos conformemos con Andalucía y ampliemos el negocio en principio a España y después hacia el extranjero.

-Desde el principio de FarmaQuímica se decidió trabajar con diferentes sectores, no solamente el farmacéutico. ¿Es porque son más rentables?

Nosotros movemos materia prima dentro de todo el sector sanitario, que engloba farmacia, cosmética, alimentación, belleza, spa… no obstante, ahora mismo estamos trabajando muy bien los temas de agricultura, que son productos menos caros, menos puros, pero se mueven en cantidades muy grandes. La farmacia precisa productos más puros y que se mueven en pequeñas cantidades. Nosotros tenemos una cartera muy grande para movernos, ya que tenemos infinidad de materias primas que podemos vender en infinitas empresas del sector sanitario, desde la farmacia hasta la agricultura y la industria del jabón. Sin embargo, los productos farmacéuticos son los que hacen que nos diferenciemos, de hecho, un 30 o 35 por ciento de nuestros materiales son principios activos.

-¿Cómo es la investigación en su campo?

La investigación en nuestro campo es a nivel de control de calidad. Para eso estamos trabajando con los Servicios Centrales de apoyo a la Investigación (SCAI). Podemos decir que el mundo de la fabricación de productos y el de las materias primas son dos mundos totalmente diferentes. Las materias primas muchas veces parten de los mismos fabricantes, pero después dependiendo de los grados de pureza y de las características de esas materias van para unos sectores o para otros. Nosotros somos la base de esa cadena y en esa base no hay realmente mucha investigación más allá del control de calidad.

-¿Qué materias primas se producen en España?

Pocas. Algunos aceites y algunos tipos de esencias y excipientes. En Europa también se producen pocas, la mayoría llega del sureste asiático. La industria farmacéutica está volcada en el sureste asiático y también sucede con el resto de materias primas.

-¿Cómo es la relación de FarmaQuímica con el extranjero?

En la actualidad importamos aproximadamente un 40 por ciento desde los países asiáticos y el resto desde Europa. Sin embargo, pretendemos este año estratégicamente volcar en Asia más importaciones.
Desde FarmaQuímica también exportamos materiales. En el extranjero, sobre todo, lo que estamos moviendo son materiales destinados a productos farmacéuticos, dietética y cosmética. Hemos llegado a tocar hasta 30 países y en este momento tenemos relación sobre todo con Panamá, Perú y Portugal.

-En los años 60 había más de 50 laboratorios farmacéuticos en Málaga y hoy en día hay muy pocos. ¿Cómo les ha afectado esto?

Vender vendemos poco en Málaga, como mucho, temas de agricultura. Me interesa estar reconocido como empresa en Málaga porque esto nos lleva a otra serie de escalones que pueden ser interesantes para proyectarse fuera. Hoy, estamos patrocinando el equipo de baloncesto cadete FarmaQuímica Sur EBG e intentamos crear imagen de marca, pero sé que aquí en Málaga voy a vender poco porque todo lo que no sea el sector servicios no está muy desarrollado en esta zona.

-¿Tienen pensado ampliar el negocio cuando haya oportunidad?

Sí, de hecho, tuvimos en mente la idea de desplazarnos al PTA, fue un proyecto muy bonito, pero se fue al traste. Pretendíamos mudarnos a un antiguo laboratorio y las infraestructuras se adaptaban bastante a nuestros requerimientos. No pudo ser porque estaba esperando a que llegara la certificación Good Manufacturing Practice (GMP) y no me podía ir a otro sitio sin tenerla. De momento, estamos intentando solventarlo todo y cuando este año volvamos a pasar la certificación GMP tendremos tres años por delante para plantearnos qué hacer.

-¿Se arrepiente de no haber tenido su propia farmacia?

No, yo disfruto muchísimo con el tema empresarial y me encanta viajar con el nombre de mi empresa. Me ha enriquecido muchísimo haber estado en Irán, China, Chile, Argentina, Angola, la India y muchos otros países hablando de mi sector. Llevo una maleta llena de experiencias que poca gente por desgracia ha podido vivir.

-¿La subasta de medicamentos está afectando al sector farmacéutico?

Muchísimo. Sobre todo, afecta a los que más se lo curran día a día que son los farmacéuticos de los pueblos pequeños. La subasta de medicamentos repercute en la facturación de las farmacias porque no se hace ni más ni menos que para ahorrar dinero a la administración, si el presupuesto del medicamento baja lleva a que la facturación en las farmacias y los márgenes sean cada vez más pequeños. Cuando hablamos de salarios dignos tenemos que tener en cuenta que el farmacéutico es un profesional que ha estudiado una carrera y que tiene una responsabilidad enorme.
Muchas veces se habla de la pérdida de calidad del medicamento con las subastas, pero para mí lo peor no es eso, lo peor es el empobrecimiento del servicio farmacéutico a todos los niveles. A nivel de calidad, no me gustaría pensar que se pone en riesgo la salud del ciudadano por temas económicos, para eso hay unos protocolos muy importantes.

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